España: Ante el abismo financiero

España es hoy en día uno de los países que tiene un mayor déficit económico de Europa, generado principalmente por la falta de empleo y los ajustes económicos que lleva adelante el presidente, Mariano Rajoy. A estos problemas se le suma la quita de inversiones de grupos extranjeros que ante la caída del país ibérico buscan nuevos destinos donde poner a trabajar sus divisas (70.200 millones de euros). Tras la retirada de esas inversiones, le sigue la fuga de los particulares. Desde que comenzó el 2016 España ha perdido 9 mil millones de euros mensuales, provenientes de personas que retiran su dinero de los bancos y lo llevan a otros países.

Según informa el Banco de España la fuerte salida de capitales se debe sobre todo a la fuga de las inversiones de los "no residentes" en España que alcanzan al día de hoy 24.300 millones de euros, que no compensan la vuelta al país de los 8.700 millones que tenían en otros países inversores españoles.

Ante los números negativos que presenta España en los últimos años la agencia Moody´s sostiene que está analizando la posibilidad de rebajar la calidad del país en cuestión. Bajarle al calificación implicaría no solo una mayor fuga de capitales, sino que el país ibérico podría tomar deuda pero a tasas mayores que las actuales.

 Según cifras realizadas por distintos organismos del país, España arroja actualmente los siguientes resultados:

- Uno de cada cuatro españoles no tiene trabajo
- Desde el 2008 los precios de las viviendas han caído un 25%
- Los bancos españoles se encuentran fuertemente endeudados
- Uno de cada cuatro españoles se encuentra por debajo de la línea de pobreza

Si el gobierno de Rajoy no toma medidas urgentes, es factible que el futuro de España se oscurezca aún más. Hoy por hoy lo que prima en el país ibérico es la migración, donde más del 50% de los jóvenes viajan a otros países como Gran Bretaña o Alemania en busca de un futuro mejor.

Misterio y expectativas en Irlanda

Durante años Irlanda fue uno de los países más importantes de la Unión Europea. Se encontraba a la vanguardia en materia de tecnología, calidad de vida y sustentabilidad económica, sin embargo desde hace varios años esa visión se esfumó. Gobernada actualmente por un partido de coalición entre los conservadores, Fianna Fáil, y el partido laborista, se encuentra en el eje de un caos económico.

En las últimas 48 horas el misterio y las expectativas se adueñaron de la isla. Finalizado el horario de votación para determinar quién será el nuevo Primer Ministro, el pueblo irlandés espera que las autoridades anuncien a un ganador. Se estima que recién el resultado será anunciado en la noche de hoy o incluso en el transcurso de la semana que comienza.

Según algunos sondeos realizados por institutos de Irlanda, la mayoría de la población se habría manifestado contra el oficialismo actual, quien lleva adelante desde hace meses un programa de austeridad para palear la crisis económica que se vive por estos días.

Si bien el rescate financiero realizado por diversos bancos de la Unión Europea en el 2010 ha sido fructífero para Irlanda, el modo a través del cual se llevó a cabo el salvataje dejó a las familias de menos recursos con situaciones delicadas para subsistir. Recortes en sistemas de salud, educación y seguridad, han hecho de las zonas rurales, lugares menos propicios para el desarrollo fructífero de una vida estable, obligando a las personas de estos lugares a movilizarse a las grandes urbes como la capital, Dublín.

 Cabe recordar que a pesar de que la mayoría de la población se manifiesta contra el plan de austeridad, aún siguen votando a sus líderes. Es decir, lo más probable sea que el partido Fianna Faíl siga siendo quien gobierne la isla, pero no tendrá la mayoría necesaria para ejercer su poder en el Congreso irlandés. El propio jefe de campaña del partido aseguró que según los datos que posee, su cantidad de representantes por estado disminuiría del 19,4% actual al 7,8%.

Algunos especialistas se enfoncan en demostrar que pequeños partidos políticos antiausteridad estarían obteniendo, sumados, alrededor del 30% de los votos del padrón electoral. Si bien con esa cantidad podrían tener un peso considerable en el Congreso, sería la llave a tener un país con gran inestabilidad política y económica, mayor a la que se tuvo en la crisis del 2008, cuando Irlanda se encontraba detrás de Grecia, como el peor país de la eurozona.

¿Será Japón el próximo país fantasma?

En un mundo donde la población mundial aumenta día a día, es raro encontrar países con disminución de habitantes. Japón, pese a ser uno de los países con mayor densidad de habitantes por kilómetro cuadrado, está sufriendo este decrecimiento poblacional. Según el último censo realizado por las autoridades niponas en los últimos cinco años la cantidad de habitantes de la isla disminuyó en más de un millón de personas.

Es la primera vez desde que comenzaron a implementarse los censos en Japón en 1920, que la población disminuye. Según se analizan los resultados de la encuesta la isla asiática presenta una tasa de natalidad inferior a la de años anteriores, pero una extensión mayor de la vida adulta, llegando a una población que supera cómodamente la franja de los 90 años.

Según los demógrafos a la baja tasa de natalidad se suma la poca inmigración que recibe Japón. Distintas teorías sostienen que muy pocas personas buscan un nuevo futuro en el país asiático ya que el estancamiento económico, el alto costo de vida y el aumento de precios en los sistemas de salud, hacen que sea totalmente inaccesible para la mayoría de los migrantes que buscan un futuro mejor.

Si la tendencia continúa habrá serios conflictos financieros en el país nipón. Algunas estimaciones sostienen que para el 2060 la cantidad de habitantes se reducirá de los 127 millones actuales a poco más de 87 millones. A su vez de ese total más del 40% de la población serán ancianos que no trabajarán, ni le generarán ganancias al país.

Buscando revertir esos resultados futuros que resultarían caóticos el gobierno ha comenzado a tomar medidas al respecto. Como primer paso buscan subir la tasa de natalidad de 1,4 a 1,8 hijos por familia a través de incentivos fiscales y ayuda en los primeros años de maternidad. A su vez se busca redistribuir a la población nipona. Como en todo país las zonas rurales están quedando vacías, mientras que Tokio alberga el 30% de la población total del país (38 millones de personas).

 Si bien son varias las medidas a implementar, solo resta esperar para ver a futuro cómo se desarrolla el problema demográfico en una de las islas más pobladas del mundo.