Misterio y expectativas en Irlanda

Durante años Irlanda fue uno de los países más importantes de la Unión Europea. Se encontraba a la vanguardia en materia de tecnología, calidad de vida y sustentabilidad económica, sin embargo desde hace varios años esa visión se esfumó. Gobernada actualmente por un partido de coalición entre los conservadores, Fianna Fáil, y el partido laborista, se encuentra en el eje de un caos económico.

En las últimas 48 horas el misterio y las expectativas se adueñaron de la isla. Finalizado el horario de votación para determinar quién será el nuevo Primer Ministro, el pueblo irlandés espera que las autoridades anuncien a un ganador. Se estima que recién el resultado será anunciado en la noche de hoy o incluso en el transcurso de la semana que comienza.

Según algunos sondeos realizados por institutos de Irlanda, la mayoría de la población se habría manifestado contra el oficialismo actual, quien lleva adelante desde hace meses un programa de austeridad para palear la crisis económica que se vive por estos días.

Si bien el rescate financiero realizado por diversos bancos de la Unión Europea en el 2010 ha sido fructífero para Irlanda, el modo a través del cual se llevó a cabo el salvataje dejó a las familias de menos recursos con situaciones delicadas para subsistir. Recortes en sistemas de salud, educación y seguridad, han hecho de las zonas rurales, lugares menos propicios para el desarrollo fructífero de una vida estable, obligando a las personas de estos lugares a movilizarse a las grandes urbes como la capital, Dublín.

 Cabe recordar que a pesar de que la mayoría de la población se manifiesta contra el plan de austeridad, aún siguen votando a sus líderes. Es decir, lo más probable sea que el partido Fianna Faíl siga siendo quien gobierne la isla, pero no tendrá la mayoría necesaria para ejercer su poder en el Congreso irlandés. El propio jefe de campaña del partido aseguró que según los datos que posee, su cantidad de representantes por estado disminuiría del 19,4% actual al 7,8%.

Algunos especialistas se enfoncan en demostrar que pequeños partidos políticos antiausteridad estarían obteniendo, sumados, alrededor del 30% de los votos del padrón electoral. Si bien con esa cantidad podrían tener un peso considerable en el Congreso, sería la llave a tener un país con gran inestabilidad política y económica, mayor a la que se tuvo en la crisis del 2008, cuando Irlanda se encontraba detrás de Grecia, como el peor país de la eurozona.