Mientras la violencia se desata nuevamente en la Franja de Gaza entre israelíes y palestinos, el gobierno sirio de Bashar al Asaad sigue reprimiendo duramente a los rebeldes de su país. En la mañana de hoy las fuerzas leales al régimen bombardearon duramente la ciudad capital, Damasco.
El vocero de la organización rebelde Syrian Media Centre, Rami al Sayyed, afirmó al respecto: “Ayer, los aviones de combate atacaron específicamente los objetivos rebeldes. Hoy parecen estar lanzando múltiples cohetes para destruir cosas al azar”. Con esta maniobra queda demostrada la desesperación del dictador sirio, quien en los últimos meses sufrió la pérdida de control sobre la mayoría de sus provincias, en sofocar a los rebeldes y conseguir estabilizar su país. Es por eso que se focaliza en defender las grandes metrópolis, dejando de lado a los pueblos pequeños.
Para esto Al Assad ordenó retirar de los diferentes frentes a no menos de 3 mil soldados y los apostó en los lugares específicos de la capital con el único fin de evitar que este lugar caiga en manos rebeldes; lo que sería un golpe muy duro para el régimen y, según estiman los especialistas, el comienzo del fin de la dictadura que somete a este país desde 1971.
A pesar que los bombardeos son incesantes sobre Damasco, todavía no se registraron victimas mortales ya que la población abandonó la ciudad cuando las fuerzas rebeldes tomaron los suburbios circundantes.
Mientras tanto, el mandatario de este país volvió a imponerse por cadena nacional afirmando: “No cederé ante la presión internacional, ni la de los rebeldes que solo buscan desestabilizar a mi país”.
Por otro lado, y como muestra de su apoyo para con los rebeldes, Egipto le permitió a los opositores al gobierno de Al Assad poner su base de operaciones en las inmediaciones de El Cairo; próximas a la sede de la Liga Árabe.
La guerra civil, que ya lleva más de un año y medio, parece no tener un fin próximo y solo aumenta la tensión que se vive por estos días en Medio Oriente.
El vocero de la organización rebelde Syrian Media Centre, Rami al Sayyed, afirmó al respecto: “Ayer, los aviones de combate atacaron específicamente los objetivos rebeldes. Hoy parecen estar lanzando múltiples cohetes para destruir cosas al azar”. Con esta maniobra queda demostrada la desesperación del dictador sirio, quien en los últimos meses sufrió la pérdida de control sobre la mayoría de sus provincias, en sofocar a los rebeldes y conseguir estabilizar su país. Es por eso que se focaliza en defender las grandes metrópolis, dejando de lado a los pueblos pequeños.
Para esto Al Assad ordenó retirar de los diferentes frentes a no menos de 3 mil soldados y los apostó en los lugares específicos de la capital con el único fin de evitar que este lugar caiga en manos rebeldes; lo que sería un golpe muy duro para el régimen y, según estiman los especialistas, el comienzo del fin de la dictadura que somete a este país desde 1971.
A pesar que los bombardeos son incesantes sobre Damasco, todavía no se registraron victimas mortales ya que la población abandonó la ciudad cuando las fuerzas rebeldes tomaron los suburbios circundantes.
Mientras tanto, el mandatario de este país volvió a imponerse por cadena nacional afirmando: “No cederé ante la presión internacional, ni la de los rebeldes que solo buscan desestabilizar a mi país”.
Por otro lado, y como muestra de su apoyo para con los rebeldes, Egipto le permitió a los opositores al gobierno de Al Assad poner su base de operaciones en las inmediaciones de El Cairo; próximas a la sede de la Liga Árabe.
La guerra civil, que ya lleva más de un año y medio, parece no tener un fin próximo y solo aumenta la tensión que se vive por estos días en Medio Oriente.
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