viernes, 30 de noviembre de 2012

Un almuerzo que genera adhesiones y críticas por igual

Millones de estadounidenses se vieron sorprendidos en la noche de ayer cuando se enteraron que el ex candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, fue a un almuerzo con su contrincante y reelecto presidente, Barack Obama. El ex gobernador de Massachusetts acudió a la Casa Blanca a pedido del mandatario para hablar sobre el liderazgo mundial de Estados Unidos y su papel en el plano internacional.

Según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, uno de los temas en los que se centraron fueron en las diversas ideas sobre como evitar que el país norteamericano cayera en el precipicio fiscal, el cual viene evitando, por poco, desde hace tiempo. Según el propio candidato demócrata, que habita en la residencia presidencial desde el 2009 hay muchas ideas de la campaña de Romney que le parecen interesantes para llevar a cabo.

La comida, llevada a cabo en un comedor anexo al despacho oval, duró alrededor de una hora. Luego de la misma el ex gobernador se retiró custodiado por el servicio de inteligencia estadounidense a través de una de las puertas laterales, evitando así a los periodistas que aguardaban su salida por la puerta frontal.

Tiempo más tarde, durante una conferencia, se negaron los rumores que surgieron hace algunos días en los que se afirmaba que Obama le ofrecería un puesto dentro de su gabinete a su ex contrincante de las elecciones disputadas el 6 de noviembre pasado.

Pese a esto los dos candidatos afirmaron que se mantendrán en contacto por si llegan a surgir oportunidades para trabajar juntos, con el fin de alcanzar intereses compartidos.



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