Tal como sucedió en las décadas posteriores a la segunda guerra mundial, entre 1947 y 1962; con un mundo bipolarizado entre Estados Unidos y la Unión Sovietica, el mundo está dividido y vive situaciones de tensión.
Desde hace tres semanas cuando el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, amenazó con atacar a Corea del Sur y a su aliado, Estados Unidos, todas las potencias se encuentran en alerta máxima. Por un lado está la república comunista norcoreana, la cual afirma que utilizará armas de armas nucleares contra sus "eternos enemigos", y por el otro Estados Unidos, sus aliados de la OTAN, Japón y Corea del Sur.
La tensión en Asia viene en aumento y, para mayores problemas, los países que podrían ejercer presión sobre el régimen dictatorial de Jong-Un, decidieron no tomar cartas en el asunto; Rusia y China. Por ese motivo el Secretario de Estado, enviado por el presidente estadounidense, Barack Obama, ya se encuentra en Seúl, capital de Corea del Sur, para apoyar a sus aliados y encontrarse con los mandatarios de la nación y diseñar un plan de emergencia en caso de agresiones desde el norte. La gira del diplomático seguirá por China y culminará en Japón, para exigirle a los presidentes de dichos países que intercedan para mediar la paz entre las naciones en guerra.
Según la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA): "La fiabilidad de los sistemas de misiles norcoreanos, y su posibilidad de incluirles armamento nuclear, y que los mismos lleguen a territorio estadounidense continental son totalmente nulas". También declararon que los misiles que poseé Kim Jong-Un tienen suficiente potencia para alcanzar Japón y el norte de Australia. A raíz de esto es que Obama declaró que no dudará en hacer todo lo que esté a su alcance para proteger a los aliados de Estados Unidos y a sus habitantes.
Un parrafo aparte merece las sorpresivas declaraciones del Primer Ministro iraní, Mahmoud Ahmadinejad, que contra todo pronóstico instó a Corea del Norte a deponer su actitud bélica y misilística contra Estados Unidos y sus aliados.
El panorama mundial, que en un principio se encontraba muy parejo, terminó volcándose a favor de las potencias occidentales. En Medio Oriente, el régimen de Al-Asaad, no podrá ayudar a Corea del Norte, a causa de su guerra civil que ya está por cumplir un año e Irán, como se citó anteriormente, criticó la escalada de violencia. En latinoamérica, Venezuela que siempre apoyó a la dinastía Kim, ahora se encuentra dividida tras la sorpresiva muerte de Hugo Chavez y en caso que el candidato opositor Henrique Capriles gane las elecciones, a disputarse esta semana, terminarán sus vínculos con el país asiático. Por último en Asia el "eterno protector" de Corea del Norte, China, decidió por el momento no intervenir en la situación.
Es por eso que solo resta esperar y ver si la búsqueda de resolver el conflicto pacíficamente llega a buen puerto o si estamos ante el inicio de una nueva guerra en la península coreana.
Desde hace tres semanas cuando el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, amenazó con atacar a Corea del Sur y a su aliado, Estados Unidos, todas las potencias se encuentran en alerta máxima. Por un lado está la república comunista norcoreana, la cual afirma que utilizará armas de armas nucleares contra sus "eternos enemigos", y por el otro Estados Unidos, sus aliados de la OTAN, Japón y Corea del Sur.
La tensión en Asia viene en aumento y, para mayores problemas, los países que podrían ejercer presión sobre el régimen dictatorial de Jong-Un, decidieron no tomar cartas en el asunto; Rusia y China. Por ese motivo el Secretario de Estado, enviado por el presidente estadounidense, Barack Obama, ya se encuentra en Seúl, capital de Corea del Sur, para apoyar a sus aliados y encontrarse con los mandatarios de la nación y diseñar un plan de emergencia en caso de agresiones desde el norte. La gira del diplomático seguirá por China y culminará en Japón, para exigirle a los presidentes de dichos países que intercedan para mediar la paz entre las naciones en guerra.
Según la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA): "La fiabilidad de los sistemas de misiles norcoreanos, y su posibilidad de incluirles armamento nuclear, y que los mismos lleguen a territorio estadounidense continental son totalmente nulas". También declararon que los misiles que poseé Kim Jong-Un tienen suficiente potencia para alcanzar Japón y el norte de Australia. A raíz de esto es que Obama declaró que no dudará en hacer todo lo que esté a su alcance para proteger a los aliados de Estados Unidos y a sus habitantes.
Un parrafo aparte merece las sorpresivas declaraciones del Primer Ministro iraní, Mahmoud Ahmadinejad, que contra todo pronóstico instó a Corea del Norte a deponer su actitud bélica y misilística contra Estados Unidos y sus aliados.
El panorama mundial, que en un principio se encontraba muy parejo, terminó volcándose a favor de las potencias occidentales. En Medio Oriente, el régimen de Al-Asaad, no podrá ayudar a Corea del Norte, a causa de su guerra civil que ya está por cumplir un año e Irán, como se citó anteriormente, criticó la escalada de violencia. En latinoamérica, Venezuela que siempre apoyó a la dinastía Kim, ahora se encuentra dividida tras la sorpresiva muerte de Hugo Chavez y en caso que el candidato opositor Henrique Capriles gane las elecciones, a disputarse esta semana, terminarán sus vínculos con el país asiático. Por último en Asia el "eterno protector" de Corea del Norte, China, decidió por el momento no intervenir en la situación.
Es por eso que solo resta esperar y ver si la búsqueda de resolver el conflicto pacíficamente llega a buen puerto o si estamos ante el inicio de una nueva guerra en la península coreana.
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