Londres se vistió de luto por última vez para homenajear a su ex Primer Ministra, quien dirigió al país entre 1979 y 1990, y falleció el último 8 de abril a los 87 años. Tentados ante la posibilidad de que se repitan atentados, como los ocurridos esta semana en Boston, Estados Unidos, el gobierno inglés desplegó en las calles a 4 mil policías para custodiar el féretro y a quienes se acercaban a rendir sus condolencias.
El ataúd fue trasladado por los militares, a pedido de Thatcher antes de fallecer, desde Westminster hasta la catedral de San Pablo. Durante la peregrinación el pueblo británico arrojaba rosas azules al cuerpo de su antigua mandataria.
Pero no todo fue positivo en la despedida de la "Dama de Hierro", apodada así por el ex Primer Ministro de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Muchos opositores al régimen que llevo a cabo Thatcher durante sus mandatos también se unieron a los homenajes.
Según informó a la BBC el ex Jefe de Policía, Tim Brain, "los manifestantes, como forma de protesta, le daban la espalda al féretro durante su desfile por las calles de Londres"; en versiones más hostiles también se comenta que cantaban "Ding Dong the witch is dead" que significa Ding Dong, la bruja está muerta.
Dentro de los invitados especiales por parte del gobierno británico se encontraban la realeza, encabezada por la reina Isabel II, junto a su hijo y sus nietos, líderes de partidos políticos ingleses y del resto de Europa y el mundo. Sorpresivamente la Casa Blanca no envió ningún diplomático de alto cargo para dar sus respetos. También participaron del evento los lores ingleses como los músicos Paul McArtney y Elton John y el actor Seann Connery.
Según declaraciones del canciller británico, William Hague, Thatcher fue trascendental en la historia de Gran Bretaña: "Ella cambió el curso de nuestra historia y ha habido muchos comentarios en los últimos días de todas las esquinas del espectro político".
A través de las declaraciones de fuentes oficiales, los gastos del evento rondan los 12.5 millones de dólares, simbolizando el mayor gasto económico en eventos de ésta índole desde la muerte de la princesa Diana.
El ataúd fue trasladado por los militares, a pedido de Thatcher antes de fallecer, desde Westminster hasta la catedral de San Pablo. Durante la peregrinación el pueblo británico arrojaba rosas azules al cuerpo de su antigua mandataria.
Pero no todo fue positivo en la despedida de la "Dama de Hierro", apodada así por el ex Primer Ministro de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Muchos opositores al régimen que llevo a cabo Thatcher durante sus mandatos también se unieron a los homenajes.
Según informó a la BBC el ex Jefe de Policía, Tim Brain, "los manifestantes, como forma de protesta, le daban la espalda al féretro durante su desfile por las calles de Londres"; en versiones más hostiles también se comenta que cantaban "Ding Dong the witch is dead" que significa Ding Dong, la bruja está muerta.
Dentro de los invitados especiales por parte del gobierno británico se encontraban la realeza, encabezada por la reina Isabel II, junto a su hijo y sus nietos, líderes de partidos políticos ingleses y del resto de Europa y el mundo. Sorpresivamente la Casa Blanca no envió ningún diplomático de alto cargo para dar sus respetos. También participaron del evento los lores ingleses como los músicos Paul McArtney y Elton John y el actor Seann Connery.
Según declaraciones del canciller británico, William Hague, Thatcher fue trascendental en la historia de Gran Bretaña: "Ella cambió el curso de nuestra historia y ha habido muchos comentarios en los últimos días de todas las esquinas del espectro político".
A través de las declaraciones de fuentes oficiales, los gastos del evento rondan los 12.5 millones de dólares, simbolizando el mayor gasto económico en eventos de ésta índole desde la muerte de la princesa Diana.
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