martes, 23 de febrero de 2016

El principio del fin para Guantánamo

Pocas son las cárceles conocidas en cualquier parte del mundo, podemos citar a la famosa isla de Alcatraz, la prisión de Pollsmoor donde estuvo preso Nelson Mandela y el asentamiento estadounidense en Cuba, Guantánamo. Durante décadas la prisión fue el eje de disputas entre el gobierno norteamericano y el régimen castrista. A su vez desde hace años está en el eje de la tormenta, por las denuncias de violaciones a los derechos humanos que se han suscitado dentro de sus muros.

Pero todo eso parece que está por terminar. En la mañana de hoy el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió al Congreso un plan para cerrar el centro de detención que posee en el Caribe. En dicho mensaje la Casa Blanca preveé enviar a los 91 detenidos que se encuentran actualmente en dicho lugar a prisiones en sus respectivos países o trasladarlos a prisiones federales en territorio estadounidense.

De aprobarse el pedido de Obama, éste estaría cumpliendo con uno de los ejes que presentó en su campaña política allá por el 2007. A su vez le ahorraría a la próxima gestión los 446 millones de dólares anuales que cuesta el mantenimiento del recinto, soldados y transporte de suministros.

"Con esto se trata de cerrar un capítulo de nuestra historia. Refleja las lecciones que hemos aprendido desde el atentado a las Torres Gemelas, lecciones que deben guiar nuestra nación en el futuro", sostiene Obama en su declaración a la prensa.

A pesar de la alta aprobación que tuvo la noticia entre la comunidad internacional, el candidato a Presidente por el partido republicano, Marco Rubio, se mostró reacio a la propuesta. A su vez sostuvo que intentarán frenar desde el Congreso el proyecto impulsado por Obama.

"Estos son, literalmente, combatientes enemigo, no merecen estar en suelo estadounidense. Yo enviaría a todos los terroristas detenidos a Guantánamo para averiguar lo que saben", sostiene Marco Rubio.

En el plan enviado por Obama al Congreso se detallan cuatro puntos fundamentales, previos al cierre del centro de detención:
- Lugar y forma de traslado de los 35 detenidos más peligrosos.
- Analizar a los otros 56 presos, a fin de determinar si su encarcelación sigue siendo necesaria.
- Mantener causas abiertas y vigilancia constante de todos los detenidos.
- Trabajar en la creación de un centro dentro de Estados Unidos donde llevar a los detenidos que no sean deportados.

Si bien son muchas cosas que analizar, Obama demuestra que intenta mejorar las relaciones con la isla. Tanto con este pedido, como con su visita el próximo mes de marzo. Por lo pronto solo resta esperar a que el Congreso analice el pedido del Presidente, para determinar si el campo de detención en Cuba se cerrará después de años de denuncias por parte de organismos de derechos humanos de todo el mundo.

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