Grecia: Menos ferrys es igual a menos inmigrantes

Millones son los inmigrantes que cruzan a diario de Asia a Europa escapando de las guerras que se suscitan en el este. Algunos atraviesan Turquía a pie llegando así a Grecia o a Bulgaria, aunque la gran mayoría prefiere cruzar Turquía, llegar al Mediterraneo y desde allí cruzar en balsa a alguna de las islas griegas del mar Egeo. Una vez en las islas pueden abordar los ferrys griegos que salen varias veces al día y viajar directamente a la capital, Atenas, y desde allí seguir su viaje al norte, a Alemania, donde buscan llegar la mayoría de los asiáticos.

A raíz de la nueva puesta en marcha de controles fronterizos, el viaje de las personas que buscan asilo se ve dificultado. Países como Francia, Alemania, Holanda, Bélgica o Austria han armado murallas, puesto alambrados y movilizado cientos de efectivos de la Policía y el Ejército para contener a los inmigrantes. Ante la imposibilidad de llegar al norte, los refugiados permanecen en países como Bulgaria, Grecia o Croacia.

Como un plan provisorio y a modo de palear un poco la presión que tiene con los inmigrantes, el gobierno de Prokopis Pavlopoulos ha exigido que los ferrys que viajan diariamente a las islas del Egeo dejen de hacerlo, bajo el riesgo de recibir duras multas.
 
Millones de nuevos habitantes sobre territorio griego simbolizan un gran problema, sabiendo los difíciles momentos económicos que atraviesa la nación helénica. Grecia que hasta hace poco amenazaba con abandonar la Unión Europea por las presiones económicas que le imponían los otros miembros del bloque, ahora se ve sacudida por los millones que llegan a sus ciudades a diario.

Para complicar aún más su situación actual los países vecinos de Greica no aceptan nuevos inmigrantes. De los 2.800 refugiados que Grecia envió a Macedonia, tan solo aceptaron a 100, regresando a los restantes a Atenas. Para colmo varios países han amenazado a Grecia sosteniendo que si ella no puede contener por sus métodos a los inmigrantes, otros países miembros de la Unión Europea movilizarán sus fuerzas al territorio mediterraneo para hacerlo ellas.

En una situación que amenaza con desatar nuevas guerras civiles en el viejo continente, el tiempo apremia y desde la Unión Europea deberán encontrar una solución, si no quieren que la situación se les escape de las manos. Hasta el momento ya han surgido grupos de extrema derecha que se oponen a los inmigrantes con manifestaciones y ocasionales atentados, pero la situación no parece mejorar y Europa se está convirtiendo en un polvorín a punto de estallar.